Ayer compartí con mi amigo Rodolfo y familia el partido de futbol de la selección española contra la alemana. Sin duda fué un gran encuentro, al menos eso dicen los entendidos, que manifiestan que nunca antes la selección habia tenido un equipo de deportistas, entusiastas y convencidos de que en esta eurocopa podian llegar a alcanzar el cielo. Durante el trascurso del partido no faltó de nada y mucho menos bebida y aperitivos, por algo a Rodolfo se le conoce por su buen comer y beber, siempre con moderación y rodeado de amigos. Pero mi sorpresa llegó finalizado el partido, ya de regreso a casa, no tanto por el resultado, que se veia venir, sino por la forma de celebrar muchos ciudadanos el triunfo. Creo que se puede estar contento, incluso emocionado, pero siempre hay que tener un exhaustivo control de como se deben celebrar los exitos. Para nada comparto el beber desmesuradamente, el utiizar el vehiculo como reclamo de alegria, (trompos, aceleradas, etc.), la rotura del mobiliario urbano, el obstaculizar el trabajo de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, etc. A todo ello tuve que asistir en excasamente 8 km. de vuelta a casa. De verguenza.
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1 comentario:
Totalmente de acuerdo contigo, despues de una guardia donde las urgencias se concentraron antes del partido. La noche en una terraza fué deliciosa, pues todos estaban concentrados en el interior viendo el futbol, nosotros lo seguimos desde fuera, pero el regreso a casa fué sorteando coches, motos y algunos toreros esporádicos que utilizaban la bandera de capote.
Resultado de la noche, se ha aumentado el consumo de la pildora antibeybe, como suelen llamarla nuestras adolescentes y de seguro que dentro de 9 meses aumenta la natalidad.... Un saludo.
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