miércoles, 24 de septiembre de 2008

EL VIAJE A SIRIA

PARA ahorrar tiempo y dinero a dos Administraciones públicas, el que suscribe, que ha conocido el interés de IU tanto en el Ayuntamiento de Jun como en el Parlamento andaluz sobre el viaje a Siria realizado por el alcalde de dicho municipio en noviembre de 2007, se cree en la obligación de facilitar los datos para tranquilizar y satisfacer la curiosidad de la coalición al respecto. Se da la circunstancia, que el arriba firmante fue el responsable de cursar las invitaciones a dicho viaje, en el que además de los ocho empresarios citados en las preguntas figurábamos dos periodistas.La intención de la República Siria y de la Cámara de Comercio Hispano-Siria era y sigue siendo la de conseguir inversiones y proyectos estratégicos para su país en los que el capital y la tecnología del nuestro se consideran idóneos. El hecho de que Granada sea para los sirios una ciudad de referencia -imagino que no se le escapa a los preguntantes las razones del porqué- motivó que entre la delegación española se nos reservara un buen número de plazas en sectores como los de la construcción, rehabilitación, industria textil, agroalimentaria y nuevas tecnologías.Con esos criterios, se giraron las invitaciones. Difícilmente, nadie discutirá que el alcalde de Jun -vocal de Nuevas Tecnologías en la FEMP- es un destacado especialista en la materia, motivo por el que fue requerido por las autoridades sirias para que explicara, como así hizo, la experiencia de Jun, especialmente llamativa para un país que se inicia en el mundo de las nuevas tecnologías. Dicho lo anterior y para tranquilidad de inquisidores varios, cualquiera de los asistentes puede dar fe de que todos los gastos del viaje y la estancia corrieron a cargo de las autoridades sirias, a excepción de trescientos euros que cada de uno de los miembros de la delegación granadina pagó de su bolsillo, y que si el alcalde de Jun no se encontraban entre los ponentes de las jornadas es porque no fue invitado para ello y sí para entrevistarse con docenas de empresarios y autoridades.Pide Pedro Vaquero a José Antonio Rodríguez Salas copias de todas las facturas del viaje, incluidas las pagadas por las autoridades sirias, que fueron todas. Hace tiempo que uno no escucha una estupidez de semejante calibre, similar a exigir al interpelante las facturas de sus viajes oficiales, pagados por cualquier otro país. Parece mucho más razonable pedir al interventor de Jun si ha habido algún tipo de libramiento en esas fechas y por ese motivo a favor de José Antonio Rodríguez. El resto son ganas de enredar y manías persecutorias impresentables de quienes no han digerido aún sus resultados electorales en ese municipio. ¿O es que solo se justifican lo viajes a Cuba? AGUSTIN MARTINEZ.

No podia pasar por alto hacer un breve comentario sobre el artículo de Agustin Martinez respondiendo a Pedro Vaquero, el cual muestra un interés desmesurado por el Alcalde de Jun, bueno por la Alcaldia, en un extraordinario alarde de no saber donde rascar se imagina fantasmas donde no los hay. Como puede ser tan gratuito el hablar, ya sé que no cuesta dinero, pero en política no vale todo, hay unas reglas que todos debemos respetar, en la critica, en la gestión, en las actuaciones, con la oposición, con los compañeros, con las personas, esa práctica de disparar a boca jarro no define positivamente la imagen del politico y cualquier actuación positiva queda empañada por la falta de tacto a través de las palabras. Personalmente conozco poco a Pedro, me ha parecido siempre un ideólogo convencido de sus ideas y que no desanima en la aspiración de ponerlas en práctica cosa que le engrandece y que le puede ayudar a autodefinirse como gran persona y político. No obstante, hay que ser más cauto y prudente en las acusaciones y en las manifestaciones, las flechas a veces cambian de sentido y nos podemos conventir en receptor del veneno que portan. Cuesta trabajo hacer una llamada de teléfono y preguntar el objeto del viaje y la financiación del mismo? Pues nó. Pero cuando lo que se quiere es sembrar la duda y la sospecha el cauce es el elegido por Pedro.

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