En la celebración del Día Internacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) defiende una cultura de salud y seguridad, que no sólo se circunscriba a la explotación agraria, sino al conjunto de la sociedad rural.
Este Día se celebra a instancias de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), como acto reivindicativo en defensa y denuncia de las condiciones de trabajo y su repercusión en la Seguridad y Salud en el Trabajo.
La gran cantidad y variedad de trabajos que se realizan en este sector productivo, las duras condiciones en que se realizan éstos y la falta, muchas veces, de conocimientos sobre los riesgos que implican determinadas máquinas, sustancias o modos de realizar ciertos trabajos, hacen de esta actividad, una de las más arriesgadas laboralmente hablando.
La mecanización y tecnificación experimentada en los últimos 50 años ha supuesto una importante mejora en las condiciones laborales de los agricultores y ganaderos, pero también ha contribuido a aumentar los riesgos potenciales por su manejo y ha exigido un nivel de atención y control mayores por parte del operario, desembocando muchas veces en procesos de estrés.
A finales del año 2006 se aprobó un Real Decreto por el que se regulaba el nuevo cuadro de enfermedades profesionales. Desde ese momento, en UPA comenzamos a trabajar con el objetivo de relacionar ese cuadro de enfermedades profesionales, con las labores que día a día realizan agricultores y ganaderos.
Dentro de este trabajo UPA ha participado en la elaboración de una herramienta útil para que agricultores y ganaderos puedan identificar aquellas enfermedades que aparecen como consecuencia de su trabajo. Entre las enfermedades más frecuentes en agricultores y ganaderos están las enfermedades musculares y óseas, las respiratorias, las enfermedades de la piel, las enfermedades infecciosas y parasitarias y determinados tipos de cáncer, como los que afectan al cerebro, el estómago, los sistemas linfático y hematopoyético, el labio, la próstata y la piel.
El ruido, que puede provocar sordera a largo plazo, y las vibraciones constituyen también dos de las agresiones más importantes que sufre todo conductor de maquinaria agrícola.
En caso de sospecha de enfermedad profesional, UPA recomienda acudir a un Centro Asistencial de la Mutua de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social con la que se tengan cubiertas las contingencias profesionales.
Si el agricultor o el ganadero va al médico de cabecera, UPA recomienda que se explique qué actividad se realiza para que compruebe si la enfermedad deriva del trabajo que se realiza y se pueda ir a la Mutua.
Asimismo, si se va a los médicos del servicio de prevención de riesgos laborales, UPA también recomienda que se expliquen las tareas que se realizan, para que el doctor pueda revisar los riesgos laborales y pueda activar las medidas preventivas adecuadas.
UPA recuerda que los Trabajadores por Cuenta Propia del Régimen Especial Agrario tienen la posibilidad de optar por cubrir las contingencias profesionales con una Mutua de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social.
En el caso de optar por esta posibilidad, UPA recuerda que hay una mejora en las prestaciones de asistencia sanitaria, incapacidad temporal, incapacidad permanente y prestaciones de muerte y supervivencia: en el supuesto de fallecimiento, los hijos se beneficiarán de una indemnización a tanto alzado o una pensión.