UPA MUESTRA UNA ENORME PREOCUPACION POR LA EVOLUCION DEL CEREAL ESTA CAMPAÑA

La organización avanza un descenso del 30% en la producción de este año debido a las adversas condiciones climáticas.

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha constatado que según va avanzando la campaña de cereales, las estimaciones de cosecha nacional apuntan a un claro descenso con respecto a las producciones de los dos últimos años, debido principalmente a las adversas condiciones climatológicas en las que se está desarrollando el cereal.

En estos momentos, las estimaciones de nuestra organización apuntan a un descenso del 30% en la producción de granos de siembras de otoño (trigo, cebada, avena, triticale y centeno), lo que situaría la producción total en 13,4 millones de toneladas (ver cuadro adjunto)

Por cultivos, según las estimaciones que maneja UPA a estas alturas de la campaña apuntan a que la reducción más importante se producirá en el trigo blando que no llega a los 4 millones de toneladas, mientras que en el caso de la cebada la producción ascendería a 7,3 millones de toneladas, lo que supone alrededor de 4 millones menos que en la campaña 2008/09.

Las intensas lluvias del invierno, junto a la evolución de los precios del cereal y de los costes de producción, retrasaron la campaña de siembras en gran parte del país, algo que está provocando un enorme retraso en la mayor parte de los cultivos de secano.

En las últimas semanas se está empezando a notar en el campo una angustiosa necesidad de agua, junto a una mayor estabilidad en lo relativo a las temperaturas.

A excepción de algunas CC.AA. en las que o bien el cereal está más adelantado o las condiciones climatológicas han permitido un desarrollo óptimo, la situación es de bastante gravedad y si en las próximas dos o tres semanas no se dispone de temperaturas suaves y un determinado nivel de precipitaciones, las producciones de los diferentes cereales en la próxima campaña veraniega se situará en niveles muy bajos.

Las siembras de estos cereales a nivel nacional han sufrido un descenso cercano al 10%, siendo más importante esta disminución en determinadas CC.AA como Castilla y León, y en cultivos como el trigo blando.