UPA reclama una legislación europea que evite los abusos a lo largo de la cadena agroalimentaria
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) reclama una legislación europea de comercio que evite los abusos de la gran distribución, dando así cumplimiento a los dictámenes del Parlamente Europeo.
UPA recuerda que la Eurocámara ha solicitado un mayor control sobre los "márgenes" de los precios alimentarios y ha criticado que la Comisión Europea (CE) no preste atención a las prácticas de las cadenas de supermercados, que perjudican al agricultor y al ciudadano. Con este dictamen, el Parlamento Europeo pide por tercera vez, en año y medio, medidas ante los "excesos" de la gran distribución.
Sumándose a esta petición, UPA considera que es hora de pasar de las palabras y las denuncias a los hechos, exigiendo una legislación comunitaria que garantice unos precios justos para nuestros productos y una limitación de los márgenes comerciales.
En estos momentos de turbulencia en los mercados agrarios, UPA hace hincapié en que se está recogiendo lo que se sembró estos años de atrás con la desregularización de la PAC, y denuncia que si ahora los neoliberales admiten que hay que regular hasta el mercado del capital, también se podrá regular el mercado de productos alimenticios para garantizar precios estables y razonables, que aseguren el futuro del sector.
Para UPA, es el momento de reivindicar el espíritu que llevó a crear la Política Agraria Común (PAC) y la Unión Europea del año 58, ya que sólo con una PAC fuerte se puede afrontar el futuro con decisión. En este sentido, UPA considera que una PAC fuerte no es un sumidero de fondos comunitarios, como se nos ha presentado últimamente, sino el motor de la Unión Europea y la mejor garantía para asegurar nuestra soberanía alimentaria y contribuir a reducir nuestra dependencia energética.
Estimamos que ahora es el momento de que nuestros políticos consideren, de una vez por todas, la agricultura como sector estratégico, y actúen en consecuencia. Es preciso dotarla de presupuesto suficiente y de medidas de gestión de mercado que aseguren una renta digna a los agricultores y precios razonables a los consumidores.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) reclama una legislación europea de comercio que evite los abusos de la gran distribución, dando así cumplimiento a los dictámenes del Parlamente Europeo.
UPA recuerda que la Eurocámara ha solicitado un mayor control sobre los "márgenes" de los precios alimentarios y ha criticado que la Comisión Europea (CE) no preste atención a las prácticas de las cadenas de supermercados, que perjudican al agricultor y al ciudadano. Con este dictamen, el Parlamento Europeo pide por tercera vez, en año y medio, medidas ante los "excesos" de la gran distribución.
Sumándose a esta petición, UPA considera que es hora de pasar de las palabras y las denuncias a los hechos, exigiendo una legislación comunitaria que garantice unos precios justos para nuestros productos y una limitación de los márgenes comerciales.
En estos momentos de turbulencia en los mercados agrarios, UPA hace hincapié en que se está recogiendo lo que se sembró estos años de atrás con la desregularización de la PAC, y denuncia que si ahora los neoliberales admiten que hay que regular hasta el mercado del capital, también se podrá regular el mercado de productos alimenticios para garantizar precios estables y razonables, que aseguren el futuro del sector.
Para UPA, es el momento de reivindicar el espíritu que llevó a crear la Política Agraria Común (PAC) y la Unión Europea del año 58, ya que sólo con una PAC fuerte se puede afrontar el futuro con decisión. En este sentido, UPA considera que una PAC fuerte no es un sumidero de fondos comunitarios, como se nos ha presentado últimamente, sino el motor de la Unión Europea y la mejor garantía para asegurar nuestra soberanía alimentaria y contribuir a reducir nuestra dependencia energética.
Estimamos que ahora es el momento de que nuestros políticos consideren, de una vez por todas, la agricultura como sector estratégico, y actúen en consecuencia. Es preciso dotarla de presupuesto suficiente y de medidas de gestión de mercado que aseguren una renta digna a los agricultores y precios razonables a los consumidores.
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