El recuerdo aún está latente en la retina de los miles de pobladores que perdieron todo en aquella tarde del 15 de agosto de 2007. Solo hizo falta el rugir de la tierra bautizado como sismo para que en escasos minutos sus ilusiones y un exiguo patrimonio forjado por el paso de algunos lustros les fuera arrebatado sin mediar ningun tipo de explicación, aunque para algunos y por aquello de que los mortales necesitamos justificar cualquier actuación de la madre naturaleza o de la santa madre iglesia se apresuraron a manifestar que aquello era algo así como un castigo divino, en cambio, los menos crédulos en profecias recurrian incluso al cambio climático como posible origen de aquello que les habia sobrevenido. Sin duda el punto de encuentro, entre los unos y los otros, lo marcaba como había quedado todo y el dolor que suponía haber perdido a un padre, hermano, abuelo o en aquellos casos menos cercanos un conocido o un vecino y la pregunta con respuesta añadida de cuando asistirian a la reposición de los servicios básicos tan necesarios para sobrellevar la carga de la vida, claro la confirmación de "sabe dios" atribuía un futuro incierto nada cercano al verbo futuro próximo. Así las cosas, la cooperación internacional no se hizo esperar, inicialmente con ayuda de choque, enseres para calmar el frió y alimentos para saciar los desnutridos estómagos que ya por aquellas fechas se prodigaban por lo largo y ancho de la región. Después vendrían los proyectos: escuelas, viviendas, hospitales, etc con dotaciones presupuestarias millonarias, con tantos ceros que a veces debemos echar mano a la calculadora para saber de que cifra estamos hablando, en fin, recursos públicos que ha muchos les habrá servido para dimensionar su patrimonio familiar. Pero sin entrar en estos detalles, si llama la atención las acusaciones que vierten los responsables de las distintas administraciones para intentar justificar lo injustificable, es decir, el porqué aún no se han ejecutado la gran mayoría de las obras públicas, no se han construido un número decente de viviendas o no ha concluido el plan de los 6.000 soles, todo ello después de 700 días desde que tuviera lugar la tragedia. Esta mañana, mi amiga Rosa (CajaGranada) me recordaba la información del telediario de ayer a las tres en el que decían que de los 220 millones de ayuda enviada por la cooperación internacional solo se había materializado una cifra cercana a los 14 millones, ante esto añadía si esta actuación de irresponsabilidad política al más alto nivel no conllevaba un control de los países solidarios cedentes de la ayuda. Al entender que la respuesta podría contener elementos poco fiables decidí lanzar una observación en este caso sí avalada por la experiencia que otorga las 9 visitas realizadas al País en cuestión y que no es otra qué, "mi preocupación por saber cuanto dinero de la ayuda queda pendiente de ejecutar, considerando que mucho de este ya estará a buen recaudo".
Mientras el ministro responde a las declaraciones que formuló el gerente general del Fondo de Reconstrucción del Sur (Forsur), Luis Consiglieri Cevasco, en las que responsabilizó del retraso al Ministerio de Salud (unidad ejecutora), por no haber trabajado convenientemente, nosotros seguimos comprometidos en llenar el container de ayuda que pronto saldrá de las costas andaluzas.
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