Los ganaderos de vacuno extensivo han tenido que realizar un gasto adicional de 22,3 €/vaca desde que los efectos de la sequía comenzaron. UPA pide que se rebaje el precio del seguro de sequía para pastos y también que se simplifique el sistema de contratación.
A pesar de las lluvias de las últimas semanas, torrenciales en algunas regiones, el déficit de agua que arrastramos este año en el conjunto del Estado español está provocando graves pérdidas a los ganaderos, especialmente a los que se dedican a la producción extensiva. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) estima que las pérdidas ocasionadas por esta escasez de agua en esta campaña podrían rondar los 45 millones de euros.
Según los datos del Boletín que elabora el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) hasta primeros de septiembre el déficit de agua acumulado ascendía a 13,5 litros por metro cuadrado de media nacional.
Si analizamos las precipitaciones acumuladas en el año hidrológico (de octubre 2008 a octubre 2009) y las comparamos con la media histórica desde 1930, el déficit en el mes de agosto ascendía a 109,3 litros por metro cuadrado. Asimismo, comparando los datos también se puede comprobar que desde diciembre de 2008 arrastramos un déficit de agua.
Las consecuencias de este déficit de agua para el sector ganadero son, principalmente, la ausencia de pastos naturales, la ausencia de agua para el mantenimiento de los pastos artificiales, la incapacidad del suelo para la germinación de semillas de pastos y forrajes y la disminución drástica de caudales de fuentes y ríos.
Para UPA, estas consecuencias también son calculables ya que desde el mes de mayo las vacas nodrizas han tenido que ser alimentadas exactamente igual que si se tratase de animales en cría intensiva, por ello, simplemente con el apoyo en pienso y paja para ellas, los ganaderos de vacuno extensivo han debido realizar un gasto adicional de 22,3 €/vaca desde que los efectos comenzaron.
A ello hay que añadir los gastos de desplazamiento para llevar esta alimentación de modo regular, así como para suplementar la falta de agua en fuentes y regatos.
En este sentido, en total UPA calcula que podemos estar hablando de unas pérdidas para el sector de unos 45 millones de euros, puesto que estos gastos adicionales no han sido trasladados a lo largo del canal comercial, ni en la evolución de los precios de los animales a sacrificio, ni en el precio de venta al público de la carne de vacuno y sus derivados.
UPA quiere denunciar que la actual situación de la ganadería extensiva puede hacerse insostenible para los ganaderos si el nuevo año hidrológico, que comienza en octubre, continúa con la misma dinámica, impidiendo la nascencia de los pastos de otoño, y la recuperación del nivel hidrológico de las cuencas en las que se desarrolla nuestra producción.
Una parte de estos costes adicionales que tienen que soportar los ganaderos podrían haber estado cubiertos por el Seguro de Sequía en Pastos, pero ésta es una línea del Plan de Seguros Agrarios que tiene un elevado coste, como UPA ha denunciado en reiteradas ocasiones. Si al coste elevado añadimos que en el periodo de contratación de este seguro nos encontrábamos en pleno cierre del crédito bancario y de la crisis de precios y costes, es comprensible que muy pocos ganaderos tuvieran la suficiente liquidez para su contratación.
Por ello, desde UPA solicitamos la simplificación del sistema de contratación del Seguro de Sequía en Pastos, facilidades para el pago del seguro y una rebaja del precio de contratación. UPA considera que con estas medidas se alcanzaría la universalización de esta línea de seguro.
A pesar de las lluvias de las últimas semanas, torrenciales en algunas regiones, el déficit de agua que arrastramos este año en el conjunto del Estado español está provocando graves pérdidas a los ganaderos, especialmente a los que se dedican a la producción extensiva. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) estima que las pérdidas ocasionadas por esta escasez de agua en esta campaña podrían rondar los 45 millones de euros.
Según los datos del Boletín que elabora el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) hasta primeros de septiembre el déficit de agua acumulado ascendía a 13,5 litros por metro cuadrado de media nacional.
Si analizamos las precipitaciones acumuladas en el año hidrológico (de octubre 2008 a octubre 2009) y las comparamos con la media histórica desde 1930, el déficit en el mes de agosto ascendía a 109,3 litros por metro cuadrado. Asimismo, comparando los datos también se puede comprobar que desde diciembre de 2008 arrastramos un déficit de agua.
Las consecuencias de este déficit de agua para el sector ganadero son, principalmente, la ausencia de pastos naturales, la ausencia de agua para el mantenimiento de los pastos artificiales, la incapacidad del suelo para la germinación de semillas de pastos y forrajes y la disminución drástica de caudales de fuentes y ríos.
Para UPA, estas consecuencias también son calculables ya que desde el mes de mayo las vacas nodrizas han tenido que ser alimentadas exactamente igual que si se tratase de animales en cría intensiva, por ello, simplemente con el apoyo en pienso y paja para ellas, los ganaderos de vacuno extensivo han debido realizar un gasto adicional de 22,3 €/vaca desde que los efectos comenzaron.
A ello hay que añadir los gastos de desplazamiento para llevar esta alimentación de modo regular, así como para suplementar la falta de agua en fuentes y regatos.
En este sentido, en total UPA calcula que podemos estar hablando de unas pérdidas para el sector de unos 45 millones de euros, puesto que estos gastos adicionales no han sido trasladados a lo largo del canal comercial, ni en la evolución de los precios de los animales a sacrificio, ni en el precio de venta al público de la carne de vacuno y sus derivados.
UPA quiere denunciar que la actual situación de la ganadería extensiva puede hacerse insostenible para los ganaderos si el nuevo año hidrológico, que comienza en octubre, continúa con la misma dinámica, impidiendo la nascencia de los pastos de otoño, y la recuperación del nivel hidrológico de las cuencas en las que se desarrolla nuestra producción.
Una parte de estos costes adicionales que tienen que soportar los ganaderos podrían haber estado cubiertos por el Seguro de Sequía en Pastos, pero ésta es una línea del Plan de Seguros Agrarios que tiene un elevado coste, como UPA ha denunciado en reiteradas ocasiones. Si al coste elevado añadimos que en el periodo de contratación de este seguro nos encontrábamos en pleno cierre del crédito bancario y de la crisis de precios y costes, es comprensible que muy pocos ganaderos tuvieran la suficiente liquidez para su contratación.
Por ello, desde UPA solicitamos la simplificación del sistema de contratación del Seguro de Sequía en Pastos, facilidades para el pago del seguro y una rebaja del precio de contratación. UPA considera que con estas medidas se alcanzaría la universalización de esta línea de seguro.
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