miércoles, 24 de marzo de 2010

UPA reclama una planificación hidrológica sostenible con la actividad agraria


Ante la celebración hoy del Día Mundial del Agua, defiende la valorización del regadío como motor del desarrollo rural.
El agua es un bien público de todos los seres humanos, en tanto que es un componente insustituible de la vida, del medio ambiente, del trabajo y de la salud. Por ello, ante la celebración hoy del Día Mundial del Agua, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) defiende la gestión pública de este recurso, con el fin de garantizar el acceso al mismo de toda la sociedad y particularmente, de los agricultores.
Las políticas tradicionales de gestión de los recursos hídricos no sirven para resolver los problemas existentes. UPA considera que es necesaria una nueva cultura del agua basada en el ahorro, con una gestión eficaz y eficiente y un uso sostenible que haga compatible la actividad económica con el respeto al medio ambiente.
UPA quiere aprovechar la conmemoración del Día Mundial del Agua para reclamar una planificación hidrológica sostenible, basada en políticas realistas de gestión de la demanda y que contemple aspectos básicos como las necesidades de abastecer a las poblaciones, la conservación de la biodiversidad y el mantenimiento de actividades productivas como la agraria.
Asimismo, la organización reclama la modernización del medio rural, promoviendo el mantenimiento de la población y el desarrollo sostenible de la agricultura y ganadería, y priorizando las explotaciones de carácter familiar.
Además, UPA rechaza la mercantilización de los precios del agua, puesto que se trata de un recurso limitado e insustituible para la vida, cuyo acceso es un derecho básico de todos los ciudadanos que no puede ni debe someterse únicamente a las leyes especuladoras del mercado.
UPA aboga por el fomento de los “bancos públicos del agua” como mecanismos que sirvan para reasignar el agua con criterios de equidad, eficiencia y sostenibilidad.
Del mismo modo, UPA aplaude la democratización de la planificación y la gestión de las políticas del agua, ampliando la participación de las organizaciones profesionales agrarias.
Sobre la base todas estas premisas, UPA demanda la valorización del regadío como motor de desarrollo rural en España por sus beneficios de carácter económico, social y territorial, así como por constituir un elemento vital para la adaptación de nuestra agricultura a los efectos del cambio climático.
En España, la superficie agrícola regada asciende a 3.421.304 hectáreas, de las cuales el 46,5% lo son por riego localizado y el 31,1% por gravedad. Las regiones con mayor superficie agrícola en regadío son Andalucía (29%), Castilla-La Mancha (14%) y Castilla y León (12%).
Finalmente, UPA también reclama a las diversas Administraciones implicadas directa o indirectamente en las políticas referentes a los recursos hídricos, que velen por la búsqueda de unas acciones rentables económicamente, justas socialmente, sostenibles ambientalmente y equilibradas territorialmente

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