domingo, 23 de mayo de 2010

LA LEY DE AGUAS UNA BUENA HERRAMIENTA, A LA ESPERA DE QUE LOS MECANICOS SEPAN USARLA


La Ley de Aguas de Andalucía nacida del consenso del Acuerdo Andaluz por el Agua y germen de la decisión soberana de todos los Andaluces de renovar el Estatuto de Andalucía, viene a solventar los problemas reales del agua en esta Comunidad, contempla medidas innovadoras para todos los sectores, conjugando esto, con la necesidad de dar cumplimiento a la DMA en materia Medio Ambiental

Es de suma importancia decir que persigue objetivos nobles, con miras a la igualdad de los Andaluces, cosa no poco importante en este mundo del agua donde los derechos feudales y los monopolios son la tónica predominante. Esta buena herramienta necesitara ahora de los mejores profesionales, y de los más valientes, pues los que dominan el cotarro no se lo van a poner fácil a la hora de permitir su aplicación, ya se ha visto a lo largo de todos los debates parlamentarios como ciertos sectores predominantes del agua han mostrado su preocupación por lo que denominan una Ley intervencionista y cuasi confiscatoria, término que utilizan para definir un reparto más equitativo del agua entre todos los sectores, evitando que ellos sigan despilfarrando por que el agua les sale gratis o casi gratis, y lo seguiremos viendo en los meses venideros cuando la administración afile sus engranajes para empezar a adoptar medidas tendentes a la racionalización y justo reparto del agua.

Esta segunda fase, la de su aplicación es la que más nos preocupa, ¿remaran todos los artífices hacia el mismo lado?, ¿son los tiempos que corren propicios para más leña al fuego?, estas incognitas quedan por resolver, y solo el tiempo nos dirá en que quedara este ambicioso proyecto y si el mismo contara con los palmeros oportunos y a compas. De momento los comienzo no han podido ser peores, la aprobación de las 29 enmiendas del partido Popular ha sentado como un jarro de agua fría a aquellos que esperábamos ansiadamente leer el texto normativo en el BOJA, pero como dicen el refrán “nosotros no queremos buenos principios”, queremos que la nave llegue a puerto sin hacer ruido pero con la ruta cumplida. Ruta que comenzara por recuperar el agua que se desperdicia en los campos Andaluces por una mala gestión o falta de modernización de las infraestructuras, que deberá seguir por adecuar los derechos arcaicos a títulos concesionales que sean asumibles por el restos de los usuarios, tendrá que acabar por el camino con los monopolios de las empresas suministradoras de agua a los municipios, sin olvidar la importancia de unos ríos sanos, con vida y que sean vivibles por la ciudadanía, y deberá culminar su andadura permitiendo que en la situación actual los nuevos usos social y económicamente en alza, tengan su cabida entre las demandas a atender a través del Banco Público del Agua; no es poco.
Estas notas corresponden a las reflexiones de un pensador, mi amigo Fernándo Marquez.

No hay comentarios: